Los huérfanos, la crisis fronteriza y el eco del amor de Dios: Parte 2 de 3
Por: David Z. Nowell -
9 de agosto de 2024
Si te perdiste el primer post de esta serie: Parte 1
El eco del amor de Dios resuena no sólo en nuestros corazones, sino también en nuestras cabezas. Cuando vemos a los miles de niños que cruzan nuestra frontera sur, no tenemos elección; tenemos que actuar con amor cristiano, con caridad, como la describe Pablo en 1 Corintios 13. Son niños, no adultos que han tomado decisiones informadas para violar nuestras leyes y entrar ilegalmente en Estados Unidos. Son niños, no adultos que han tomado decisiones informadas para quebrantar nuestras leyes y entrar ilegalmente en Estados Unidos. Debemos vivir la compasión bíblica.
Pero , pero... el amor es tanto una cosa de la cabeza como del corazón.
Y así, por desgracia, vamos a fallar a estos niños.
La mayoría de los niños que han cruzado nuestra frontera pronto desbordarán un sistema de bienestar infantil que ya se hunde bajo el peso de 400.000 niños. Es un sistema que ya está en crisis, y una vez que arrojemos -sí, arrojemos- a estos niños en él, podemos estar seguros de que su suerte en la vida no mejorará.
Es casi seguro que fracasarán.
Así es como funciona:
Nosotros -la Iglesia, los seguidores de Cristo y la sociedad en su conjunto- les fallaremos, y ellos fallarán, porque eso es lo que suele ocurrir con los niños huérfanos.
- Alrededor del 12% de los niños del sistema se quitará la vida antes de cumplir los 18 años.
- Más del 75% de los menores explotados sexualmente en Nueva York han pasado tiempo en centros de acogida.
- Las niñas huérfanas tienen diez veces más probabilidades de vender su cuerpo para sobrevivir que las niñas de familias estables.
- Este año, sin contar los niños que entrarán en el sistema por la crisis fronteriza, 24.000 niños dejarán de estar acogidos en Estados Unidos.
- Los antiguos niños de acogida tienen tres veces más probabilidades de vivir en la pobreza y quince veces menos probabilidades de acabar la universidad.
- El 66% de ellos se quedarán sin hogar, irán a la cárcel o morirán en el plazo de un año tras dejar de estar en acogida.
¿Esto es compasión cristiana?
El eco del amor de Dios en nuestros corazones y en nuestras cabezas significa que debemos encontrar una respuesta mejor...